Enlazar un año
El tiempo no se detiene, siempre camina más deprisa, es un espectro que no se deja atrapar. Esa reflexión me hizo recordar algo... Un día como el de hoy, nació este proyecto personal y un año de retales después... nada es igual.
El tiempo no se detiene, siempre enseña y coloca cada cosa en su lugar. Convivir con una voz en mi cabeza que no cesa. En algunos instantes fue grito, otros se volvió voz serena y tenaz... Incluso se atrevió a ser susurro. Esa voz trazó letras que me liberaron de firmes ataduras. Letras que huían del silencio, fluían y se enlazaban. Mientras escribía se revelaron esas facetas que desconocía.
El tiempo no se detiene, siempre enseña y coloca cada cosa en su lugar. Convivir con una voz en mi cabeza que no cesa. En algunos instantes fue grito, otros se volvió voz serena y tenaz... Incluso se atrevió a ser susurro. Esa voz trazó letras que me liberaron de firmes ataduras. Letras que huían del silencio, fluían y se enlazaban. Mientras escribía se revelaron esas facetas que desconocía.
Retales abrazados aferrados a emociones: el amor, la superación, el miedo, el desengaño, la pasión, la incertidumbre, el dolor, la alegría, la empatía, la nostalgia, la profunda tristeza... Emociones que dibujaron historias, reflexiones e incuso poesía... Desde experiencias, desde el alma y también la fantasía, esa es mi particular manera de entender la escritura.
El tiempo no se detiene, siempre camina más deprisa, sus enseñanzas dan serenidad. Si algo aprendí es que lo inesperado sucede, que lo imprevisto no siempre es negativo, que la vida te ofrece oportunidades y solo hay que estar receptivo. Que las tormentas no duran una eternidad, y mientras llueve... no puedes dejar de danzar.
Un año de crecimiento y aprendizaje, de disfrute, de recibir más que agradables comentarios, muestras de apoyo incondicional. Un año de compartir retales.
La vida es cambio constante y esa voz que gritaba dentro de mí en el inicio, hoy la siento más calmada. No puedo saber por cuánto tiempo más enlazaré retales... Hoy deseo abrazar con fuerza a esta gratificante recompensa personal que me ofrece este pequeño lugar, mi lugar.
Un año de crecimiento y aprendizaje, de disfrute, de recibir más que agradables comentarios, muestras de apoyo incondicional. Un año de compartir retales.
La vida es cambio constante y esa voz que gritaba dentro de mí en el inicio, hoy la siento más calmada. No puedo saber por cuánto tiempo más enlazaré retales... Hoy deseo abrazar con fuerza a esta gratificante recompensa personal que me ofrece este pequeño lugar, mi lugar.
¡¡GRACIAS POR PASEAR POR MI LUGAR!!
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