Altamente sensible. El principio de todo

Soy una persona altamente sensible, esa es la última verdad que he descubierto sobre mi misma. Hace ya un tiempo que he ido consultando información sobre este rasgo de personalidad.

Se habla de alta sensibilidad cuando el sistema nervioso de una persona está más desarrollado que la mayoría de la población.  Este hecho hace que perciba la información de su entorno de una forma ampliada (recibe más información sensorial afectando a todo este sistema: vista, oído, olfato, gusto y tacto). La investigación de la Dra.Elaine Aaron (autora del libro el Don de la Sensibilidad) distingue cuatro características esenciales que presenta una persona con alta sensibilidad (PAS)

- Reflexionar de manera profunda sobre la información recibida.
- La tendencia de sobre-estimularse o de saturarse.
- Una fuerte emocionalidad ligada a una gran capacidad empática.
- Una elevada sensibilidad sensorial especialmente en cuanto a sutilezas.

Parece muy simple en su definición, vivirlo sin entenderlo ha sido muy complejo, doloroso y en ocasiones, también especial. Al principio fue un alivio saber que había algo que explicaba mi diferencia. Porque desde siempre me sentí diferente en comparación a los demás.

Una niña extremadamente introvertida, tímida, sensible a los estímulos físicos, siempre inundada de pensamientos y emociones. Preguntaba sobre cualquier cosa, necesitaba saber demasiado de todo para comprenderlo, expresaba preocupaciones por cualquier minucia, apreciaba cada detalle insignificante de situaciones, comentarios y escenarios.  Incomprendida ante los demás, señalada por ser de esa manera como algo negativo.
Los demás me veían como una sufridora patológica, como alguien que exageraba ante todo. Frustrada a la vez por mis intentos de encajar en mi mundo familiar y social.
Sentía una curiosidad extrema por eso que no comprendía (prácticamente todo), por cada detalle que veía (altamente perceptiva) eso que estaba en mí pero sentía que venía de fuera. Debía ser yo la que debía moverme a fuera para entender. Pero era extremadamente tímida, me sentía extremadamente vulnerable y sentía fracasar a menudo. Siempre encerrada en un mundo interior  a todo volumen contradictorio donde  la tristeza, el miedo y la rabia luchaban con la ilusión, alegria y el amor.

Sintiendo ser una inadaptada social.Mi refugio fueron los libros, era el instrumento más útil que encontré para relacionarme con el mundo. Los libros no agredían, no juzgaban no señalaban, eran paz.
La alternativa que encontré para desahogar mi cabeza, que era una espiral incesante de palabras y un torrente infinito de detalles en imágenes fue la escritura. Era terapia, era desahogo. Era un lugar donde me sentia segura, capaz y creativa,  conectaba de verdad con mi naturaleza. Escribiendo lograba poner mi cabeza en orden, liberaba mis tormentas mentales y a la vez desarrollaba mi creatividad. Me daba una satisfacción enorme, de esa manera nació este blog hace ya casi 5 años. Lo he ido descuidando con el tiempo, por estar inmersa en descubrir y desarrollar otras facetas de mi vida (creativas casi siempre) Ese ha sido siempre mi impulso seguir creciendo y luchar contra mis demonios. Porque mi propia sensibilidad me regalaba la capacidad de ver en mi misma también cosas hermosas. Mi propia manera de entender el mundo me dio el impulso para conocerme más, saber más, para superarme.



Encerrada en mí, me esforcé en abrirme paso en un mundo hostil y amenazante que también podia ver hermoso en sus contrastes. Des de el miedo pero con la firme intuición de que debía conocer el misterio, la curiosidad siempre fue compañera.
Porque esa carga de negatividad, venía en contraste con saber contemplar la belleza que me rodeaba, el arte era algo que me fascinaba de manera extrema, la música, la pintura, la poesia, los paisajes, estar en la naturaleza.

En este recorrido, siento haber vivido a medias, entre la frustración y la satisfacción, entre el gozo y la queja, entre la comprensión y la ignorancia. Ante ciertas situaciones extremas, he sentido sobrevivir. A pesar de todo, algo a lo que jamás renuncié fue a mi empeño en saber más, en hacer más... mi único fin era crecer.

Por mi misma, he descubierto el lenguaje correcto para entender esto. Poner el foco de atención en mí a un nivel profundo era la clave. Aplicar la honestidad sobre como actuo, como me resisto y como me siento. Soy sombra y soy luz.  Lo que he ido descubriendo y sanando ha sido doloroso, liberador y esperanzador.  Conseguir elevar mi consciencia a un grado superior me ha llevado a la conexión real conmigo misma, al fin, he despertado.
Este despertar es mi regalo a todo los esfuerzos que he estado haciendo desde niña para entenderme, dentro de un mundo incomprensible. Ahora otra realidad se abre ante mí, me acepto y me quiero, con mi luz y  también con mi  sombra. Siento haber traspasado el espejo, observando ahora desde otra dimensión, sin resistencia, me siento libre.

Ahora estoy donde debo estar, siento ese empeño de superación aún más fuerte. Ser altamente sensible sin comprenderlo me ha dado muchas satisfacciones personales, una gran aceptación  de mi misma y un gran amor propio.  Ahora que estoy donde debo estar, tengo una intensa curiosidad... ¿Ahora que más me puede dar?


Este retal es un resumen de muchos momentos y vivencias. 

Mi historia de vida es mucho más extensa y compleja. Soy mucho más que una persona altamente sensible.  
Este es el lugar al que regreso cuando lo creo necesario. Enlazando retales, nació de una situación que me causó una extrema depresión en mi vida, una desconexión de mi misma y del mundo.

Hoy siento haberme reconciliado conmigo y con la vida. 
Hoy la inspiración regresó para hacerme justicia.

Curiosamente, la respuesta concluyente me la ha regalado conocer una persona muy especial en su momento, y ahora desde este lado, detecto a otras personas cercanas que comparten esta manera de ser, esto me lleva a pensar que quizás este instante sea: el principio de todo.

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