Hoja en blanco

Hoy mi pluma se quedó vacía, derramó cada gota de mi ser en palabras.  El tintero seco me mira desde el escritorio, inerte y triste.
Mis manos, sembradas de dudas y preguntas, incapaces de reaccionar. 
Me esmeré en trenzar palabras. Forjando una coraza de acero para protegerme, para no sentirme de nuevo vencida. 
Quise con ahínco ser hielo, pero no frágil hielo, quise ser  de ese que quema y abrasa. Decidida a no caminar jamás errante y perdida. 

Escribí, escribí hasta sangrarme las manos. La reseca tinta me dice al oído que sirvió de algo. Tracé de nuevo el camino, a pesar que empecé con tembloroso pulso. Lo confieso, los borrones sobre el papel siempre me acompañaron.

 Atrás quedan aquellas noches en las que la inspiración me desvelaba. Hoy me siento ante una hoja en blanco, con una pluma desgastada. ¿Quizás llegó el final? me pregunto mientras recuerdo que vacié mi alma.  
Una leve voz interior murmulla sin cesar, con ánimo y serenidad:  respira tranquila, en realidad este es tu principio. 






Comentarios

  1. me ha gustado esta entrada muy extenso e interesante

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  2. wow bea! ! me encanta!! no sabia que tenias blog! sigue asi que me encanta leerte! tienes madera reina!!! mi artista! muaaah

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