¡Despierta!

Desde la distancia puedo percibir el dolor que sientes. Te agarró tan profundo, tan fuerte, está echado raíces y sigue creciendo enredandote cubriendo por completo tus sentidos.
Te observo cada vez más incapaz de oír, de ver, de saborear , de sentir la vida de otra manera. Tan sólo eres capaz de emanar  palabras de un amargo rencor, detenida y perdida en el camino.
Desde mi ventana quise lanzarte un cabo hacia tus temblorosas manos. Temerosa , insegura, desvalida pasas anestesiada los días.

Quizás te preguntes cómo logro sentirlo, es sencillo, me recuerdas a un pedazo de mí. Ese pasado sentimiento que trato de sepultar en el olvido a menudo. Ahora me encuentro al otro lado, que fácil posición ¿verdad? Es lo que pensé tantas veces, pero resultó ser una estafa más, que equivocada estaba... Quizás fue el karma, me repito culpándome de haber estado en ese oscuro lado demasiado.


La impotencia, la frustración , la rabia, la ira de tan solo poder contemplar inmóvil como te ahogas duelen demasiado. Seré realista, no puedo cambiar nada, la vida avanza pero...

Quisiera encender una luz en tu oscuridad, pero forjaste una coraza. Quisiera que escuchar fuera suficiente, pero en este punto es inservible.
Quisiera derrumbar las paredes que te atrapan, pero alzaste un laberinto. 
Quisiera sostenerte la mano para alzarte, pero niegas infinitamente haber tocado fondo.
Quisiera que entendieras que tú tienes las respuestas, que los demás tan solo tratan de darte fuerzas.  
Quisiera tenerte entre mis brazos y que ese gesto lograra calmar tu garganta, pero tu paz no llegará de otras manos.
Quisiera que el lamento diera paso al coraje, porque del propio abismo tan sólo se sale peleando con uno mismo, no contra el mundo. 
Tan sólo quisiera que al fin despertaras, empieza a verte como lo hacen los demás.



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