Ahí te quedas

Me voy, está decidido. Recojo de nuevo algún pedazo y sigo mi camino. 
Encadené a conciencia cualquier emoción, en un acto inútil. Ahora que se escapa a mi control, escapo de ti.

No quiero esas  migajas que me das a destiempo. No merezco ilusión de algo artificial que ha creado una mezcla de adrenalina, espontaneidad y dulzura en minúscula dosis.

Desaparecer, difícil decisión ante un vivo recuerdo, tu respiración calentando mi cuello. Tus manos asiendo con fuerza mis caderas y tus labios humedeciendo mi deseo. 

¿Eres inconsciente o descarado? no me importa más, responder esas dudas que siembras. He malgastado demasiado tiempo, demasiada energía mirando en la dirección equivocada. 


No dudes en que he sido consciente, he sido muy realista con todo esto, pero mis expectativas iniciaron una batalla. Llegó el momento de acallarlas.

No merezco desplantes, manipulación o excusas de mal pagador. Haz algo de memoria, creo no haberte reclamado nada.  Fue divertido al principio, no lo niego, hasta que llegó este desequilibrio.  

Solo haré una última confesión... no te culpo completamente. Te dije, soy realista... la culpa es compartida. Pero quiero dejar de ser esa que todo consiente por tu capricho trasnochado que se convierte en silencio cuando yo lo solicito.

Ahí te quedas.





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