A mis amigos

Entregarse ante alguien sin juicios, sin intereses, sin presiones, sin rivalidad, entregarse incondicionalmente. Eso que muchos no conocen y bautizan falsamente como amistad. Eso que otros cuidan y alimentan durante años... 
Vínculos que se rompen, que se renuevan, que se mantienen en espera o bien nacen. Vínculos que enriquecen, que enseñan, que duelen y que tocan el alma. 

Des de la infancia buscamos instintivamente relacionarnos con otros, buscamos señales e intereses comunes, compartimos y esperamos ser correspondidos. El ser humano busca encajar en algún lugar, y encajar con un grupo de iguales, es esencial para reafirmar la  individualidad. Esos pensamientos que surgen después de conocer bien a alguien, después de tener conversaciones de corazón. Ante risas, ante llantos, ante confesiones y consuelos. Forjar complicidad, disfrutar, comparar, jugar...¡qué sana es la amistad! 


Hay vínculos que sobreviven al paso del tiempo, otros se pierden por los diferentes senderos de la vida. Diversos vínculos acaban destruyéndose, por dejadez o por el resurgir de incompatibilidades ante el cruce de caminos que se convierte la vida. Diferentes situaciones me llevaron a  dejar amigos atrás. Aunque en el momento, lo viví como algo triste, como algo inesperado, incluso como una traición a mis valores y principios... como una traición a mí misma. Ahora sé que toda amistad que recibí y que regalé, forma parte de mí. Toda experiencia que vives te enseña. Cada vez que alguien desaparece, sin querer te dejó algo de sí. Un recuerdo perpetuo en forma de anécdota, en forma de decepción, o bien, sencillamente en forma de un melancólico sentimiento que te recuerda que fue algo importante en su momento. 

 Y con los años, puede parecer que  tus verdaderos amigos son menos, pero sabes que son de una calidad suprema. Cada uno tiene diferentes metas y tiene que superar diferentes obstáculos. Quizás sin querer, o bien de forma consciente, acabamos por elegir, por priorizar. Con el tiempo, el nivel de autoconocimiento crece de tal forma que buscas evitar las complicaciones. Puede que de forma instintiva prefieras mantener vínculos equilibrados y gratificantes de verdad. En cierto modo procuras librarte de personas incoherentes para ti en ese momento. Y acabas por volverte alérgico a personas  que parecen ahora tóxicas, o bien desconocidas. De igual forma debes aceptar que este efecto también puedes causarlo tú, por las mismas razones. 

Pero cuando consigues una igualdad de trato con alguien. Si te diviertes y también encuentras apoyo en momentos duros; sin duda has logrado conocer y disfrutar de uno de los mejores regalos que la vida nos da. Reír sin limites, escuchar sin más, compartir momentos, sincerarse sin temores, descubrirse sin reservas... para mí esto es ahora la amistad.

Amigo tú eres con quien convivo en una realidad paralela, tu mirada sobre la mía... mi confianza entregada ante una firme complicidad. Te miro, me asombro. Me estremezco y me ilusiono. No es un sentimiento insignificante, se convierte en un golpe de efecto que me descoloca. Y sin más que decir, tu camino y el mío se entrelazan sin remedio, se construyen entre sí.






Hoy brindo por los amigos del pasado, amigos que se fueron y que dejé marchar.

Brindo por los amigos de siempre, por los cercanos y los lejanos también. 
Y brindo por los amigos que están por llegar.

Comentarios

  1. Me ha encantado Bea, y en serio, no sé cómo has podido tardar tanto tiempo en decidirte a hacer esto.
    ¡Me encanta como escribes!

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    Respuestas
    1. Muchas Gracias Delia, supongo que hay un momento idóneo para todo y me llegó decidirme. Besos guapa

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  2. Brindemos
    Sabes expresar escribiendo llegando a lo más profundo,reviviendo y superando obstáculos de esta vida

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  3. ¡¡Muchas gracias Susi!! ¡¡Brindemos!!

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