Mirarte
Acudiste a mí, perdida. Sobraban las palabras, solo te abracé fuerte y permití que fluyeras en inquietante drama. Tras la calma que siempre proporciona liberar el llanto, ahora descansas abatida sobre mi regazo.
Ahora que estás calmada, sosegada y frágil. Acaricio tu pelo y pienso en susurrarte sinceras palabras de aliento.
Mi niña que acudes a mí, tras otra sacudida imprevista. Protegerte es una respuesta incompleta, quisiera que fueras capaz de verte con mis ojos. Si tú te vieras como yo lo hago, tus miedos se harían pequeños y a tus temblorosas piernas les acompañarían siempre unos firmes pasos.
Mi dulce, soñadora, inquieta, guerrera y tenaz, niña. Verías que tú regalas alegría con gesto delicado. Dejarías atrás las amargas lágrimas, dibujarías una eterna sonrisa en tu rostro si te vieras... como yo lo hago.
Renuevas el aire a tu paso, decidida, natural, a veces te permites ser encantadoramente traviesa. Entregas tu alma sin condiciones, no puedes evitarlo así danzas con la vida, aunque te arrepientas en ciertas ocasiones.
Aquí a mi lado, ya respiras con serenidad, aunque tus mejillas siguen enrojecidas. No puedo evitar entregarte mis brazos mi niña insegura, estás asustada.
Miro tus ojos, que son el ejemplo de la constante lucha. Me remueve, me entristece que no sepas quien realmente eres.
Sigo llamándote niña, no puedo remediarlo, aunque sé que ya eres una mujer, que esconde y también derrama mil encantos. Admiro tu fuerza y ese sutil descaro. Me hechiza tu perversa sonrisa después de algún alocado comentario. Eres fuente de interminable inspiración, jamás olvides que mirarte causa una infinidad de impactos.
Ahora que guardamos un reparador silencio tras mi espontáneo murmullo, dejan de importar las palabras. Nos dedicamos una cómplice mirada, registra en lo más profundo este instante, mi niña.
Aunque no seas capaz de verte, como yo lo hago. No olvides que siempre seré tu refugio, jamás olvides que te acompaña mi fiel abrazo. Dispuesta siempre a recordarte lo auténtica que eres, jamás olvides que estaré muy cerca, ante todo no olvides que me encanta... mirarte.
Ahora que estás calmada, sosegada y frágil. Acaricio tu pelo y pienso en susurrarte sinceras palabras de aliento.
Mi niña que acudes a mí, tras otra sacudida imprevista. Protegerte es una respuesta incompleta, quisiera que fueras capaz de verte con mis ojos. Si tú te vieras como yo lo hago, tus miedos se harían pequeños y a tus temblorosas piernas les acompañarían siempre unos firmes pasos.
Mi dulce, soñadora, inquieta, guerrera y tenaz, niña. Verías que tú regalas alegría con gesto delicado. Dejarías atrás las amargas lágrimas, dibujarías una eterna sonrisa en tu rostro si te vieras... como yo lo hago.
Renuevas el aire a tu paso, decidida, natural, a veces te permites ser encantadoramente traviesa. Entregas tu alma sin condiciones, no puedes evitarlo así danzas con la vida, aunque te arrepientas en ciertas ocasiones.
Aquí a mi lado, ya respiras con serenidad, aunque tus mejillas siguen enrojecidas. No puedo evitar entregarte mis brazos mi niña insegura, estás asustada.
Miro tus ojos, que son el ejemplo de la constante lucha. Me remueve, me entristece que no sepas quien realmente eres.
Sigo llamándote niña, no puedo remediarlo, aunque sé que ya eres una mujer, que esconde y también derrama mil encantos. Admiro tu fuerza y ese sutil descaro. Me hechiza tu perversa sonrisa después de algún alocado comentario. Eres fuente de interminable inspiración, jamás olvides que mirarte causa una infinidad de impactos.
Ahora que guardamos un reparador silencio tras mi espontáneo murmullo, dejan de importar las palabras. Nos dedicamos una cómplice mirada, registra en lo más profundo este instante, mi niña.
Aunque no seas capaz de verte, como yo lo hago. No olvides que siempre seré tu refugio, jamás olvides que te acompaña mi fiel abrazo. Dispuesta siempre a recordarte lo auténtica que eres, jamás olvides que estaré muy cerca, ante todo no olvides que me encanta... mirarte.
que hermoso relato, saludos :)
ResponderEliminarGracias Layla por leer y comentar mis retales, un abrazo
EliminarSolo paso a decirte que... ¡Asias! ¡Muchas Asias! *-*
ResponderEliminar¿Sabes? Estas Letras encajan conmigo hoy a la Perfección... Y me han tocado el Alma ;)
Campanilla Feroz, muchas gracias a ti por dejar ese comentario, me hace muchísima ilusión leer que mis #retales tocaron tu alma. Un fuerte abrazo.
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