- Los que te explico cada noche, sí cariño. Pero las mejores historias... esas son agridulces.
-¿Qué quiere decir agridulce?- dijo la niña con curiosidad.
- Que dejan un mal sabor pero que valen la pena.
- No lo entiendo ¿puedes explicármelo?
- Bueno... quizás te ayude escuchar la historia de esta noche.
Eran unos muchachos cuando ya descubrieron que eran el uno para el otro. Antes de conocerse se sentían como dos piezas que no acababan de encontrar su lugar. Pero cuando estaban uno frente al otro, todo cobraba sentido, eran dos retales que encajaban.
Después de algunas circunstancias que se dan en la vida, él tuvo que partir lejos. El motivo, en el fondo no importa... pues lo verdaderamente importante es que siguió amándola en secreto, sin jamás haberle robado un beso.
Ella, por su parte también ahogó sus lágrimas. Decidió anudar un pañuelo violeta en su ventana. Aquel con el que él le secó sus lágrimas la tarde de su despedida. Así se lo dijo: "aquí se quedará atado para que no olvides que cada mañana estarás en mi pensamiento".
Esa distancia inevitable, les obligó a continuar sin el otro. Eran demasiado jóvenes para permanecer solos, miraron a su alrededor tratando de encontrar alguna otra sonrisa. Y así, construyeron vidas diferentes, separados.
Pero mantuvieron en secreto algo, a menudo, se volvían a encontrar en sus sueños. El sueño misteriosamente, siempre era igual para ambos.

Pero mantuvieron en secreto algo, a menudo, se volvían a encontrar en sus sueños. El sueño misteriosamente, siempre era igual para ambos.
Una noche de luna llena, él trepaba hasta esa ventana. Entonces, desataba ese pañuelo violeta, volvía a secar las lágrimas de su amada, en esa ocasión el llanto era de alegría. Sentían revivir en los ojos del otro, sonreían como un único ser y lentamente respiraban todos los besos que anhelaron entregarse.
Aunque separados, jamás se olvidaron, se amaron en secreto y tan solo estuvieron juntos en sueños.
- Es bonito pero triste ¿Eso es agridulce abuelo?
- Sí, ahora creo que lo entendiste- dijo
- Pero no entendí una cosa, ¿cómo sabían que su sueño era el mismo?- preguntó la niña.
-Porque la vida les volvió a unir por un instante y entonces se explicaron ese secreto.
- ¡Entonces, seguro que se besaron abuelo y fueron felices! la historia no es agridulce.
- Greta, por más que se quisieran... estaban destinados a no ser.
- ¿Por qué?- insistió la niña
- Porque cuando creces, hay veces que da miedo creer en los cuentos con final feliz...- dijo él mientras le daba un beso en la frente.
- Abuelo, creo que eso de agridulce... es cosa de mayores- susurró Greta antes de dormirse.
- Sí, ahora creo que lo entendiste- dijo
- Pero no entendí una cosa, ¿cómo sabían que su sueño era el mismo?- preguntó la niña.
-Porque la vida les volvió a unir por un instante y entonces se explicaron ese secreto.
- ¡Entonces, seguro que se besaron abuelo y fueron felices! la historia no es agridulce.
- Greta, por más que se quisieran... estaban destinados a no ser.
- ¿Por qué?- insistió la niña
- Porque cuando creces, hay veces que da miedo creer en los cuentos con final feliz...- dijo él mientras le daba un beso en la frente.
- Abuelo, creo que eso de agridulce... es cosa de mayores- susurró Greta antes de dormirse.
Me encantó como siempre. Felicidades.
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