Imprudentes

Tú no serás para mí, yo no seré para ti.
Pero aquí andamos, matándonos las ganas,
consumiendo cada centímetro de piel con ansia. 

Toda lógica queda fuera de la ecuación.
No pensar en mañana ese parece ser el gran secreto.
Distraída dibujo círculos en tu desnuda espalda. 

A pesar de todo, no seremos. 
Esas palabras nos quedaron impregnadas en la memoria.
Esas mismas palabras se evaporan cuando tus manos apartan mi falda. 

Algo que olvidamos en el camino, la piel tiene su propio recuerdo. 
Todo empieza con un intenso chispazo,
tras ese primer contacto no hay lugar para la prudencia. 
Cada recoveco se eriza, se tensa, se enciende. 

Tú no serás para mí, yo no seré para ti. 
Pero ahí seguimos prendiendo esa mecha. 
Compulsivamente nos invitamos a consumirnos
imprudentes ardemos en el placer de un efímero instante.







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