TIC- TAC
Mi pluma vacía trata de organizar una cabeza desordenada. Regresé al punto de partida, como era de esperar no lo hice ilesa.
Caer trae consigo varios raspones, empujones incluso alguna puñalada inesperada.
Ilógica y sin sentido, desorientada y confusa, de nuevo me empapa la tormenta.
Morfeo parece haber olvidado mi almohada, de nuevo. Las noches en vela como compañeras y ahora que las necesito las letras andan dispersas. Reconozco que resulta poético, parece que revivo este instante con cierta nostalgia.
En el silencio de mi salón, cierro los ojos y lo escucho como un martillo en mi cabeza, resulta ser una angustiosa agonía que parece no terminar, no se detiene, no espera. Ese reloj avanza en su tic-tac perturbador. Se asemeja a una cruel carcajada, segundo a segundo se ríe en mi cara. Mientras yo lo observo y siento regresar atrás. Mi ser retrocedido y bloqueado, mirando como se consume un tiempo perdido. Miro sin más, sin poder articular palabra o mover cualquier músculo, tan sólo observo cómo todo a mi alrededor ha vuelto a desvanecerse entre mis dedos. El oxigeno desterrado de mi pecho.
Así, tras varias noches de insomnio, con esa insoportable melodía en mi cabeza. Incapaz de ordenar ninguna idea y creyendo abrazar a la locura. Anoche llegó al fin una reacción tras una mirada de reojo, acompañada de una sonrisa de medio lado. Tan solo en un movimiento de liberación, descolgué ese maldito reloj de mi pared, lo arrojé al suelo y lo pisoteé con rabia hasta convertirlo en añicos de plástico. Escuché su último Tic como una despedida, suspiré, regresé a la cama y conseguí dormir plácidamente.
A veces no podemos dormir por una idea que nos ronda, y otras las ideas no quieren venir para hacernos dormir tranquilos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando la mente trabaja, el sueño nos hace desvelar. Descanso es lo que necesita la mente para tener u sueño reconfortante y reparador, para de fluyan de nuevo las ideas y las musas vuelvan de nuevo. Un abrazo
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